La coordinación de actividades empresariales (CAE), según el Real Decreto 171/2004 –que desarrolla la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en esta materia- y el Real Decreto 1627/1997 –que establece disposiciones mínimas en seguridad y salud en obras de construcción- conlleva una serie de obligaciones tanto en la prevención de riesgos laborales como en lo referido a la reglamentación de instalaciones que afectan a la empresa titular de los trabajos y a todas sus contratas.
El proceso de coordinación conlleva varios pasos previos que se inician con el envío a la contrata de toda la información sobre los riesgos generales del centro de trabajo y todas sus instalaciones, así como de los riesgos que entrañan las tareas a realizar, solicitándole una evaluación de riesgos adecuada a las tareas que va a desempeñar.
Esta documentación es esencial ya que permite determinar las posibles interacciones de dicha contrata con el centro titular y otros posibles contratistas.